En el camino hacia un futuro más “verde”, que sea sostenible y respetuoso con el medioambiente, la innovación es parte de la solución y una palanca extraordinaria para dar el impulso necesario a nuevas tecnologías que ayuden a mitigar el cambio climático.
El Acuerdo de París sobre el Cambio Climático, en su artículo 10, pone de manifiesto la necesidad de impulsar la innovación: “Para dar una respuesta mundial eficaz y a largo plazo al cambio climático y promover el crecimiento económico y el desarrollo sostenible es indispensable posibilitar, alentar y acelerar la innovación”.
Sin embargo, según el análisis realizado por la Oficina Europea de Patentes e IEA (Patents and the energy transition: Global trends in clean energy technology innovation), las tecnologías necesarias para alcanzar una reducción del 35% de emisiones CO2 (para alcanzar el objetivo “cero emisiones” para 2070) se encuentran en fase de prototipo o de demostración. Por lo tanto, para conseguir que las que las tecnologías actuales en fase inicial dominen sus sectores a mediados de siglo, necesitaríamos ciclos de innovación más rápidos y ágiles.
En este sentido, tanto los sistemas de PI, que promueven la innovación mediante actividades de transferencia y difusión, como los derechos de PI, que incentivan nuevos desarrollos, son herramientas que pueden contribuir a la aceleración en el desarrollo de tecnologías respetuosas con el medioambiente (denominadas como tecnologías verdes) que ayuden a alcanzar los objetivos de sostenibilidad deseados.
Algunas oficinas de patentes entienden la importancia de esto y ya han implementado programas para un tratamiento acelerado de solicitudes de patentes relacionadas con tecnología verdes, así como una amplia gama de políticas para acelerar la transición ecológica.
Por otro lado, la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI/WIPO por sus siglas en inglés) puso en marcha en 2013 la plataforma “WIPO GREEN”, cuyo propósito es catalizar y acelerar la innovación, latransferencia de tecnologías verdes (en todos los ámbitos) yexpandir la adopción y utilización de dichas tecnologías para favorecer la transición hacia un futuro con un nivel reducido de emisiones de carbono.
Todas estas iniciativas pretenden contribuir a esa necesidad de aceleración en la tramitación de tecnologías verdes. Su llegada al mercado tiene una perspectiva de crecimiento anual de alrededor 6,9% anual hasta alcanzar los 5.902 millones de euros en 2025, de acuerdo con los datos reflejados en el “Plan Estratégico 2019-2023” de WIPO GREEN.
El principal sector de mercado es el relacionado con la energía (generación, almacenamiento, eficiencia, entre otros), del que ya existen algunos estudios publicados sobre patentes como el realizado por la Oficina Española de Patentes y Marcas (OEPM) “Tecnologías de Mitigación del Cambio Climático 2006-2020” o el elaborado por ClarkeModet sobre soluciones tecnológicas y de negocio para un futuro eficiente en carbono “Carbon to Value”.
El segundo sector de mercado está relacionado con los nuevos materiales y reaprovechamiento de residuos. En este sector existe un gran interés por la revalorización de residuos originados por diferentes industrias para su aplicación en la formulación de nuevos materiales. En este sentido, los bioplásticos derivados de recursos naturales se presentan como materiales sostenibles y competitivos, que contribuyen a reducir el impacto ambiental, además de favorecer la economía circular.
Además, según la Asociación Europea de Bioplásticos, bioplástico es un término genérico que describe tanto los plásticos de origen renovable, es decir de base biológica, como los que tienen la propiedad de ser biodegradables (incluidos los derivados del petróleo). Por lo tanto, existe un universo aún más amplio en la investigación de estos plásticos biodegradables que ayuden a mitigar el cambio climático.
Del análisis realizado en una base de datos de patentes privada, con una estrategia de búsqueda basada en palabras clave y códigos de clasificación de patentes relacionados con bioplásticos, se extrajeron algunos datos relevantes.
Las primeras patentes relacionadas con estos bioplásticos datan de finales de 1980 y desde entonces han seguido una tendencia creciente, donde el 42% de las solicitudes de patentes han tenido lugar en los últimos 10 años.
El 80% de las patentes están relacionadas con bioplásticos que incorporan en su composición compuestos derivados de recursos naturales, como almidones, derivados de celulosa, entre otros. Más específicamente, se detectaron una gran cantidad de innovaciones que incluían el ácido poliláctico en su composición, el cual es polímero que se obtiene a partir de almidón de maíz o de yuca o mandioca, o de caña de azúcar. Este compuesto posee muy buenas propiedades para ser utilizado en envases, además de la ventaja de ser respetuoso con el medio ambiente por su origen y propiedades biodegradables.
Entre las principales aplicaciones se encuentra el embalaje/envases (40% de las patentes), seguido de productos de salud (19%) y cosméticos y detergentes (12%). El principal sector de aplicación concuerda con los datos de demanda de plásticos en Europa en 2020 (según PlasticsEurope) que sitúan a los embalajes/envases como productos principales.
En cuanto a las principales regiones de solicitud de patentes, Estados Unidos y Europa se encuentran a la cabeza representando casi el 40% de las innovaciones. En Europa destacan Alemania, España y Austria.
Finalmente, los principales solicitantes de patentes en esta área son dos empresas internacionales de origen japones relacionadas con los productos químicos y los materiales, Unitika Corp. Y Toray IND Inc., y dos empresas europeas, la multinacional de productos químicos y origen alemán BASF y la italiana Novamont Spa, que desarrolla nuevos materiales de origen natural.
En definitiva, los resultados obtenidos del análisis de tendencias en patentes concuerdan con los datos de mercado, por lo que se observa una alineación en los objetivos de nuevas tecnologías verdes que ayudan a mitigar el cambio climático y que se espera tenga un impacto positivo en la aceleración de la innovación.